Al principio lo nuestro fue clandestino:
nos escondimos del mundo
en el envés misterioso de la luna...
tu sombra se escurría
por debajo de mi puerta, alargada
como todas nuestras horas...
nuestros guiños fueron furtivos,
y caminamos sobre códigos secretos
igual que sobre ascuas luminosas...
acechamos los crepúsculos,
anhelantes, con el brillo de las estrellas
clavado en las pupilas
...incendiándonos mutuamente.
1 comentario:
Meyer...
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